A pesar de las protestas de mi marido conseguí salir a la caza y captura de material reciclado por las obras de mi barrio, después del peregrinaje por los alrededores de las distintas obras y de las distintas riñas volvimos con un verdadero tesoro.
Teníamos palés suficientes para hacer una valla que separase el césped de los frutales, un cajón para hacer compos natural y con un montón de tablas de quitar un parqué que habían tirado en un contenedor de esos de las obras.
Aquí la foto de la valla multicolor que da a la vida color.
¡Qué idea tan interesante !. Me ha encantado y tiene muchas posibilidades. Besistos.
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